YOLANDA, PORQUE NO TE CALLAS?
Todos los Colombianos hemos sufrido el horror del secuestro. Familiares, Amigos o en carne propia. Con excepción de las FARC y sus propagandistas, todos hemos vivido, con distintos grados de intensidad, la angustia y la incertidumbre de un ser querido o conocido, que ha desaparecido súbitamente de la vida, para caer en garras criminales.
Los secuestros largos nos conmueven profundamente. Porque ya ni secuestro se pueden llamar. Son mas campos de concentración y tortura que están haciendo méritos para posicionarse en el muestrario de infamias de la humanidad. La situación de Ingrid Betancourt nos conmueve y nos indigna de manera muy particular.
Recordamos la senadora valiente que fue capaz de denunciar durante días enteros en el Congreso, todas las triquiñuelas del proceso 8.000. Cometió el terrible error de creer que las FARC eran un grupo político con el cual podía haber algún tipo de dialogo o relación. Y como candidata se tomo el riesgo de adentrarse en la selva para tratar de negociar con los sicoticos comandantes. Lo hizo con arrojo y con la convicción de que seria respetada por ser aspirante a la presidencia.
Se encontró con el mas inicuo de los abusos y atropellos: ha sido encadenada, torturada, privada de sus mas elementales necesidades y mínimos derechos, desconectada de su familia, sus amigos y su soporte político, por años y años.
Su madre, Yolanda Pulecio ha cometido el mismo garrafal error: creer que esta tratando con un grupo político dirigido por seres humanos normales, informados y equilibrados. Ha creído, en su inocencia, que la mejor estrategia para liberar a su hija es la de alinearse con los bandidos, entregarle toda su confianza y afecto a los criminales y sus mediadores, y además de despotricar del Presidente, de Colombia, de las Fuerzas Armadas, de la marcha No Mas FARC y de todo lo que no le convenga a las FARC.
Nos da lastima la Sra Pulecio. Pero nos da mucho mas lastima Ingrid Betancourt. Porque ha sido convertida, gracias a la equivocada estrategia de su madre y su familia, en ficha clave de presión, en instrumento de manipulación. Se han dedicado a demostrarle a las FARC que tienen toda la razón en mantenerla en cautiverio. Tienen en Yolandita a su mejor embajadora, recorriendo al mundo y pidiéndole a papas y ministros, que controlen al pérfido Uribe y santifiquen a quienes con tanto primor cuidan la vida de su hija.
Todos queremos liberar a Ingrid, pero que va a ser muy difícil mientras su madre siga barbarizando por el mundo y los medios. Porque no te callas Yolanda? Hazlo por Ingrid.
1 comentario:
Es tan absurda la posición de doña Yolanda y su familia, que lo ponen a uno a pensar que quizas hablar mal de Uribe y del Estado colombiano sea el precio que los "angelitos" de las FARC le han puesto a la libertad de Ingrid...Un precio que en ese caso estaríamos pagando todos los colombianos.
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